martes, 21 de febrero de 2012

Pagando por ello, de Chester Brown

Chester Brown, en Pagando por ello, memorias en cómic de un putero,  nos cuenta su experiencia con prostitutas desde que decidió que no intentaría el amor romántico ni se veía capaz de conseguir relaciones esporádicas. En torno a esta decisión, satisfacer su deseo sexual contratando prostitutas, el autor articula toda una reflexión sobre el sentido de su conducta, su justificación, las visiones de la prostitución como delito o como trabajo, las consecuencias de su regulación o su despenalización...

En realidad, además de todo un conjunto de razonamientos y documentación sobre la cuestión, llama la atención cómo toma decisiones relativas al amor o las relaciones sexuales intentando despojarlas de sentimentalismo, aplicando una especie de lógica sencilla con el objetivo de criticar el amor romántico y defender la despenalización de la prostitución. 

La descripción de los encuentros con las prostitutas va de la mano de sus reflexiones y temores: ser descubierto o detenido, si debe dar o no propina, si debe tener en cuenta las críticas previas de las prostitutas en blogs de esta temática, si las chicas sufrirán o no proxenetismo, si su actuación será por decisión libre o económica, si tendrán detrás proxenetas... Y todo ello se completa con las discusiones en torno a esta práctica y su ética con sus amigos, los dibujantes Seth y Joe Matt. Con todo ello este cómic es un ejemplo destacado de ese cómic autobiográfico que se atreve a ser muy sincero -sin llegar a lo morboso- sobre algo casi siempre oculto, la propia sexualidad.

sábado, 11 de febrero de 2012

Veneno de Peer Meter y Barbara Yelin

Veneno, de Peer  Meter y Barbara Yelin, narra una durísima historia. La de una envenenadora múltiple en los días previos a la ejecución de su pena de muerte, en el lúgubre Bremen de 1831. Nos la cuenta una escritora ya mayor que rememora cómo llegó a vivir ese episodio cuando llegó a la ciudad cuando estaba transcurriendo la historia. La dibujante nos transmite con su lápíz intenso el ambiente sombrío y de pesadumbre que causa en la escritora el acontecimiento. Una mujer con una enfermedad mental tal que la llevaba a matar a esposo, parejas, hijos o amigos dándoles en la comida grasa de ratas, una mezcla de manteca y arsénico, mientras que atendía a extraños o enfermos. Pero el espectáculo de su ejecución brutal, la visión machista de la sociedad de la asesina y por extensión de las mujeres, las otras culpabilidades de los que no quisieron ver el problema o no quisieron investigar las muertes para no quedar en evidencia, van construyendo un retrato histórico de una sociedad miserable, que transmitió a las generaciones la costumbre de escupir sobre la piedra-lápida donde estuvo el cadalso sobre el que se decapitó a la envenenadora.

lunes, 6 de febrero de 2012

En Italia son todos machos, de Luca de Santis y Sara Colaone

En Italia son todos machos, de Luca de Santis y Sara Colaone, cuenta la historia de persución que sufrieron los homosexuales italianos entre  los años 1938 y 1943, cuando Mussolini los confinaba en islas para negar su existencia o su legalidad. Humillación, aislamiento, penurias, dolor y negación que intentan reconstruir dos jóvenes periodistas, que van grabando y entrevistando a una ya mayor víctima de aquel procedimiento Antonio Angelicota.

El cómic juega con el doble plano de la historia y la reconstrucción que están haciendo los realizadores del documental; está basada en relatos de algunos de los protagonistas de esta vergonzosa historia, y transmite la tristeza que produce conocer la absurda e inutil crueldad de un episodio más de marginación por las opciones sexuales que ha habido en nuestras sociedades.
Para saber más, el enlace a la entrevista de Giovanni dall'Orto a uno de los confinados