Tras muchos años dedicado a la pintura, vuelve con una historia centrada en la vivencia del dolor propio y de dolores heredados. El peor dolor, la muerte absurda de un hijo, el dolor no superado de los padres..., hasta que llega un inesperado renacimiento que abre a la esperanza.
Dibujado muy expresivamente, con mucha fuerza y sinceridad, tuve la suerte de verlo en el Salón del cómic y lo leí de un tirón. Merece la pena, y una manera de empezar a disfrutarlo es este pequeño vídeo con algunas de las imágenes y el fondo de Speak Low, el grandísimo tema de Kurt Weill.
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