miércoles, 31 de diciembre de 2008

Inolvidable, de Alex Robinson. Asimilar la adolescencia.

Inolvidable, de Alex Robinson, es una novela que cuenta, una vez más, el proceso de introspección de un hombre de mediana edad, a través del cual recuerda y comprende mejor su adolescencia. Se trata de un tema muy presente a través de diversos argumentos en la obra de Jiro Taniguchi, tanto en El almanaque de mi padre como, sobre todo, en Barrio Lejano. El paralelismo es inevitable, y quizás las comparaciones, pero creo los dos son cómics muy buenos.

Las relaciones adolescentes, las cosas que no se hicieron en su momento y que se deseó hacer, la relación con el padre o su pérdida (separación, muerte)... son las historias naturalmente presentes en este tipo de argumentos. Historias que es fácil recibir bien y con las que es probable identificarse porque tratan de la vida real en una etapa muy importante para la construcción de lo que cada uno somos. Como en el caso de Taniguchi, son relatos de crecimiento y maduración personales, pues del viaje al pasado se retorna con una visión más compresiva y relativizadora de las cosas que en su momento dolieron, no se aceptaron o nos frustraron. En ese sentido son historias circulares, perfectas.

Lo que aporta el autor en este caso es su propio estilo, tanto narrativo como en el dibujo, en el que experimenta con acierto, como en el conjunto de sus obras, publicadas en España por Astiberri. Juega con la composición de la página, la tipografía, los claroscuros... conforme lo pide la historia.

Como en Barrio Lejano, también hay alguna escena en la biblioteca en el Instituto, como ésta que tomamos de la versión inglesa.
Otro motivo más para recordar este cómic, que quizás veamos en en cine pronto. Sería un regalo para 2009. Como anticipo, un pequeño vídeo sobre Barrio Lejano:

lunes, 29 de diciembre de 2008

Un año de avances de los cómics en las bibliotecas públicas

Hace unos días pregunté a Vicente Funes, responsable de la Comicteca de la Biblioteca Regional de Murcia, por los libros pedidos en 2008 para el club de lectura de cómics. De estos títulos se compra 25 ejemplares, para los miembros del club que prefieren sacarlos en préstamo de la biblioteca. Y fueron los siguientes:
  • El viaje, Edmond Baudoin
  • Stuck Rubber Baby, Howard Cruse
  • La mansión de los Pampín, Miguelanxo Prado
  • Persépolis, Marjane Satrapi
  • Último sur: 1. La burbuja de Bertold - 2. El gran lienzo, Diego Agrimbau
  • Verano indio, Hugo Pratt
  • Palestina, Joe Sacco
  • Novia por correo, Mark Kalesniko
  • El olmo del Cáucaso, Jiro Taniguchi
  • Todo Paracuellos, Carlos Giménez
  • Maus, Art Spiegelmann
  • Fun home, Alison Bechdel
Me parece una muy buena selección, muestra de la evolución de los cómics, su diversidad estilística y temática, y del conocimiento que se tiene en algunas bibliotecas de este medio artístico, comunicativo y literario.

Y a propósito de ello, me hago una autocita para sintetizar mi visión del lento avance de los cómics en las bibliotecas públicas españolas, publicada para el grupo Thinkepi en IWETEL, lista de correo de profesionales de los servicios e instituciones documentales: El interés bibliotecario por el mundo de los cómics. En esta nota menciono las actividades que han hecho bibliotecas y bibliotecarios para estudiar cómo organizar y dinamizar sus colecciones de cómics, o para divulgarlos con sus usuarios: Blogs, clubes de lectura, conferencias, talleres de cómic para usuarios, encuentros con autores, jornadas, cursos de formación de los bibliotecarios, participación en Salones... Pero también creo que es un tema en el que hay que seguir trabajando: hacer que se refleje el cómics en las estadísticas bibliotecarias y editoriales, incluir más la gestión y tendencias en comic entre los temas de formación permanente.... Poco a poco.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Torpe y Pequeñas cosas, de Jeff Brown. Y Afortunada, de Gabrielle Bell: más cómic autobiográfico


Estos días se me han cruzado varias lecturas autobiográficas con algunas coincidencias. Jeff Brown hace pequeñas historias autobiográficas, que comenzaron con Torpe y tienen su último volumen hasta ahora con Pequeñas cosas.
El estilo se mantiene: un dibujo espontáneo, desgarbado, centrado en sus relaciones de pareja y en las pequeñas actividades diarias. Son simpáticas por su autenticidad, por reflejar las pequeñas ilusiones y frustraciones de la vida diaria.
Y Gabrielle Bell, con Afortunada, hace algo parecido: una crónica personal de juventud, de los problemas de ubicación, de su afirmación como dibujante, de los cambios de piso... Así amplía la lista de mujeres autoras autobiográficas en cómic.

Comparten la frescura autobiográfica y el encanto que los hace lecturas apetecibles, aunque no aporten quizás nada nuevo.

Esperando La Montaña Mágica, Jiro Taniguchi en color

Ponent Mon anuncia "La Montaña mágica" para mediados de enero. No se si tendrá que ver con la célebre novela de Tomas Mann del mismo título, aunque comparte el elemento desencadenante, la enfermedad (en este caso de la madre) de una serie de reflexiones y aprendizajes del protagonista. Del resumen de Ponent Mon: "fábula sobre la comunión entre la naturaleza y el alma humana. Kenichi y su hermana, Sakiko, sufren en su cándida inocencia los zarpazos inclementes de la vida. La prematura muerte del padre y, ahora, el ingreso en el hospital de la madre, aquejada de una dolencia grave, ahondan el sentimiento de abandono e impotencia que padece el apocado y sentimental Kenichi".
Una novedad en esta obra es el uso del color en los limpios dibujos de Taniguchi. Una lectura para los intensos días de trabajo de fines de enero.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Sobre los titulares de prensa desacertados: Miriam Katin en El Pais, The Spirit...

Miriam Katin está promocionando en España su cómic, y ha sido entrevistada para la última página de El País. La entrevista comenta su cómic biográfico "Por nuestra cuenta", de Ponent Mon, que ya hemos reseñado aquí. La periodista no acierta con el titular: "¿Quién precisa leer un libro si puede verlo en dibujos?", pues tomando lo que parece ser un comentario en broma, abunda en el tópico que enfrenta las diversas formas de leer: Como si el que lee cómics no leyera libros, o no leyera en la pantalla, en la prensa.... Abogo por puntos de vista integradores, de complementariedad de los medios, no de enfrentamiento entre ellos. En todo caso, su cómic es muy bueno.

En general, ha sido un muy buen año para los cómics en la prensa, pues han tenido más presencia que nunca en ella, aunque no hayan sido siempre bien entendidos y comunicados. Y estamos cerrando el año con un eco promocional muy grande de The Spirit, que acercará lectores a Will Eisner, ahora que tenemos en las mesas de novedades recopilaciones magníficas como "La vida en viñetas".
El tema da mucho para la misma controversia entre lenguajes, en este caso entre cómic y cine. Ayer empecé a ver "The Spirit" en un cine de Albacete, y al poco rato la proyección se tuvo que suspender: ¡Habían montado los rollos al revés, y se veía y oía en sentido inverso!. Hasta donde se proyectó, me pareció que es una película que gustará si se es capaz de verla con ojos de aficionado a Frank Miller o su versión de Sin City, como es mi caso. El estilo de Miller está muy presente. Si uno la ve esperando encontrar el espíritu de Eisner, sus matices, su humor, etcétera, se sentirá decepcionado.
Y los periodistas recogerán la diversidad de interpretaciones, algunas bastante desacertadas. Cientos de artículos comentan la obra. Con una de las menos me identifico es con ésta de ABC, donde se puede leer que el fallo de la película es que Frank Miller es demasiado fiel a Will Eisner, y que eso es lo que la estropea y le hace perder su estilo: "Un héroe vacuo ante el poder de ellas": "en este «The Spirit» la sumisión a Eisner ha sido excesiva. De todos los trabajos del género es el más plano, justo por ese apego al original, sin apenas concesiones al movimiento, lo que desprovee de alma y vitalidad a toda la narración (...) un tanto carente de chispa, factura pagada por tanta devoción a la pluma, que aquí se come, con lentes, foco y trípode, a la cámara". Otro que se queja del exceso de fidelidad a Eisner es El Público: "Atrapado en la viñeta" es el significativo titular.

Yo creo que este Spirit tiene más de Miller que de Eisner, algo que no me importa, pues intento ver las películas sin esperar una fidelidad al original, siendo medios diferentes. En El País no consideran un problema la distancia al original, pero echan en cara a Miller que su versión pierda frescura: "Embalsamando el antifaz": "por el camino se pierde el brío cinematográfico (...). Su aproximación es bufa (en principio, ningún problema con eso), pero Miller no parece estar precisamente dotado para el humor. Lo que reviste más gravedad es una cuestión de forma: Miller coge una historieta que era pura fluidez, invención polimórfica, flexibilidad incesante y la convierte en una película daltónica, embalsamada y terriblemente anticarismática". Vemos que la recepción de la película está siendo en general muy negativa. Mi opinión, cuando logre terminar de verla...

sábado, 13 de diciembre de 2008

Jiro Taniguchi y el Almanaque, en Babelia (13/12/2008)

Entre la selección de Babelia para regalar esta Navidad, Álvaro Pons recomienda El almanaque de mi padre, reeditada por Planeta. Y un contrapunto estilístico -por el tipo de dibujo- pero también emocionante: Elegía Roja, novedad en Ponent Mon. Con un buen titular: Vientos de Oriente.

Estos textos son quizá exponente de lo mucho que ha salido este año el cómic en la prensa generalista y sus suplementos culturales, desde las páginas de Cultura hasta en los obituarios: Esta semana pasada, por ejemplo, aparecieros dos clásicos: una revisión de la figura de Art Spigelman -a propósito de la reedición en los USA de Breakdowns, un trabajo de fines de los setenta-, y la necrológica del admirado Lauzier...
Además, suelen ser textos que tienen, creo, una función didáctica y de acercamiento a nuevos públicos muy relevante.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Dos cómics sobre la vida cotidiana durante la guera: El juego de las golondrinas, de Zeina Abirached, y 36-39 Malos Tiempos, de Carlos Giménez

De nuevo, y sin pretenderlo, se me han cruzado dos lecturas. Estaba leyendo El Juego de las Golondrina, de Zeina Abirached, cuando apareció el tercero de los cuatro volúmenes que componen la serie "36-39 Malos Tiempos" de Carlos Giménez. Ambos tratan sobre la vida cotidiana durante una guerra, vista en parte desde los ojos de la infancia. En el caso de la autora libanesa, cuenta sus recuerdos refugiada en casa de su abuela durante los bombardeos de Beirut a principios de los años ochente. Y Carlos Giménez mira a través principalmente de Marcelino y su hijo Marcelinito las penurias y sufrimientos vividos durante el asedio de
Madrid durante la Guerra Civil. Ambos son emocionantes: Carlos Giménez es realista, describe los detalles en su crudeza, el hambre, el miedo, la supervivencia, las solidariades o el conflicto entre vecinos fieles al gobierno de la República... haciéndonos vivir a través de los personajes su perplejidad y rabia. Zeina es también detallista a su manera, se centra en los recuerdos infantiles, el juego, el tapiz de casa de la abuela, y la guerra es más bien una sombra sobre su hogar, también bombardeado.
La autora ha estado en España presentando la obra, con bastante eco mediático: Desde artículos de prensa ("Una noche en la Guerra del Líbano" y "La gente se acostumbró a la tragedia" entre otros muchos), e incluso ha hecho la ilustración de portada portada del Babelia de 6 de diciembre, abriendo un reportaje sobre literatura infantil y juvenil...

martes, 2 de diciembre de 2008

Judenhass (Dave Sim) y La casa de los encuentros (Martín Amis). Lecturas cruzadas

A veces las lecturas se interrelacionan más allá de mi voluntad, un poco casualmente. Es cierto que hay muchos cómics escritos por judíos, y centrados en estudiarse y comprenderse (como los de Will Eisner que han ido apareciendo por aquí) o, sobre todo, contar y recordar la persecución sufrida y el holocausto. Pero no me he dirigido a su lectura conscientemente. Mauss, Por nuestra cuenta, La Conspiración..., y otros muchos se me han ido apareciendo, y me han impresionado, quizás por su autenticidad, por el dolor que contienen... Y ahora acabo de leer Judenhass, una documentada antología de textos y declaraciones antijudías, que a lo largo de la historia hicieron nacer y crecer el odio contra los judíos. Para el autor, toda una tradición que hizo que el Holocausto fuera más que una locura alemana, la consecuencia inevitable y derivada de un odio milenario. Textos que aparecen sobre unos dibujos hiperrealistas de las víctimas. Y que entiendo como una llamada de atención contra la comodidad de mirar para otro lado cuando vemos actitudes xenófobas y racistas...

Pero yo ya estaba estos días bastante sobrecogido por la lectura de "La casa de los encuentros", de Martin Amis. Dos hermanos que conviven en un campo de trabajo siberiano al final de la segunda guerra mundial. El horror del Gulag soviético, en el que murieron centenares de miles de personas y la superviviencia llevaba a la destrucción, es el escenario que marca a estos dos hermanos enamorados de la misma mujer. Horror, degradación, carencia de cualquier sentido y despojo de los hombres de su capacidad de amar...

Fueron lecturas que me produjeros sentimientos parecidos, leidas juntas por azar y en las que encontré citas comunes: una vez más, los falsos protocolos de los sabios de Sión...

Sitio de Judenhass con textos y páginas del comic

Crítica de El Mundo de La casa de los encuentros