martes, 29 de junio de 2021

Cautivo, de Christophe Dabitch y Christian Durieux

Cautivo, de Christophe Dabitch y Christian Durieux, es la historia real de un hombre, Albert Dadas, que a fines del XIX desea "curarse" de la necesidad irrefrenable de huir. Dadas entraba en una especie de trance que le llevaba a marcharse de donde estuviera, hasta aparecer y recuperar la consciencia en otra ciudad o incluso país lejano. 
El cómic cuenta la relación de este primer caso diagnosticado de “fuguismo patológico” con su médico, Philippe Tissié, que aplicó técnicas de hipnosis y sobre todo una gran motivación por ayudar a su paciente. Una historia muy bien documentada y dibujado que se sitúa en una época en la que el psicoanálisis estaba transformando las formas de entender al sujeto y sus pulsiones.  

El hijo del legionario, de Aitor Saraiba

El hijo del legionario, de Aitor Saraiba, es un relato sobre la infancia y juventud del autor. Lo que más engancha de este cómic es la sencillez, la sinceridad y la empatía con la que se cuenta todo, siempre con una voluntad de comprensión de los acontecimientos vividos -y en muchos casos sufridos.
Es la vida de chico de Talavera de una familia muy modesta, con un padre exlegionario y ausente durante buena parte de sus primeros años de vida. Un chico que va logrando superar los traumas de infancia gracias a la expresión artística, que sale del pueblo y se abre al mundo a través de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, en la que encuentra profesores y trabajadores que serán también amigos y cómplices. Un chico que se va atreviendo a abrirse al mundo, a afirmar su sexualidad, a vivir amistades y amores con intensidad y actitud positiva ante los aciertos y errores que conllevan, que aprende a comprender a su padre y a dialogar con él haciéndose mutuamente mejores...
De forma que este cómic, dibujado y escrito de una forma como infantil y descuidada -que trasmite sinceridad- es una lectura que trasmite esperanza y buenos deseos. 
Y como profesor universitario, me ha alegrado ver esta bonita descripción de lo mucho que puede suponer para cualquier joven el paso por la universidad si, como en este caso, somos capaces de acompañar la voracidad de vivir y aprender de quienes no llegan llenos de ilusión. ¡Que cunda el ejemplo!






domingo, 13 de junio de 2021

Georgia O'Keeffe, de María Herreros

Georgia O'Keeffe, de María Herreros, es la biografía de esta enorme pintora estadounidense, centrada sobre todo en su afán de libertad para  organizar su vida y desarrollar su arte. Esta mujer defendió su autonomía sobre todas las cosas, y lo materializó en los lugares en los que eligió vivir, y en la forma de relacionarse con sus parejas, amigos y con quienes en general compartió visiones, intereses y deseos. 

No conocía su pintura, y este cómic -que se publica con motivo de una gran exposicion retrospectiva en el Museo Thissen- me ha hecho querer verla lo antes posible, aunque hay una visita virtual disponible.  María Herreros va descubriéndonos muchos aspectos muy sugerentes de una vida de casi un siglo: su larga relación con el fotógrafo Alfred Stieglitz, que se materializó en unos cuantos años de convivencia, muchos más de complicidad y más de 5000 cartas. Su paso desde la intensidad urbana de Nueva York a la paz y los paisajes infinitos de Nuevo México. La evolución de su pintura y sus incursiones en la escultura, de las flores gigantes a los rascacielos y las grandes montañas. Sus momentos de intensa felicidad, sus viajes y sus crisis.

miércoles, 9 de junio de 2021

El verano de su vida, de Thomas von Steinaecker y Barbara Yelin

El verano de su vida, de Thomas von Steinaecker y Barbara Yelin, es la rememoración que una anciana hace de su vida desde la residencia en que pasa sus últimos años. Tiene una historia concreta, diferente pero a la vez muy común a la de cada uno de nosotros. 
En su caso, es la historia de una joven amante de las matemáticas y la física, a las que se dedicó absolutamente su vida, y que ejerció como profesora a pesar de la renuncia a parte de su carrera. Ya mayor y olvidadiza, mira a las estrellas y recuerda sus decisiones durante un verano en el que optó por el matrimonio dejando de la una oferta en Cambridge. 
La forma en que se nos cuenta la trayectoria de Gerda, el dibujo a la acuarela y los tonos invitan a pensar en las cuestiones comunes para todas las personas: el paso del tiempo, nuestras disyuntivas, las relaciones con los demás, la búsqueda de la felicidad. 
Un cómic muy sencillo, evocador y sugerente, que también dedica un recuerdo a sus momentos de trabajo en la biblioteca.



martes, 8 de junio de 2021

Los grandes espacios, de Catherine Meurisse

Los grandes espacios, de Catherine Meurisse, es una extraordinaria rememoración de la autora de su infancia, cuando su familia estaba instalándose en una casa antigua.  
La niña demuestra una enorme capacidad de observación y disfrute de lo que aporta la naturaleza, los árboles, los jardines, las distintas flores, y también el paisaje en su dimensión humana y natural, que la familia va a la vez respetando y configurando con sus labores. 
En el cómic vamos viendo pasar los pequeños o grandes descubrimientos de la niña: las piedras y su historia, los fósiles, las transformaciones erróneas por culpa de políticas agrarias equivocadas, como la concentración parcelaria, las variedades de plantas y los ecos de esos paisajes en la literatura y la pintura francesas. 
La niña va sobre todo disfrutando desarrollar la curiosidad en un entorno que le da muchísimas ocasiones de disfrutar conectando vida, historia y creatividad, apoyada en su inteligencia y en la capacidad de imaginar con la libertad que da la inocencia infantil.
Un detalle de los muchos del cómic que refleja esa unión de naturaleza, observación y aprendizaje es cómo describe los ciclos de las plantas y su ritmo como una forma de calendario y de conocimiento natural de las estaciones, que se sintetiza en la página que reproduzco aquí.
En suma, un cómic con encanto que transmite una enorme sensibilidad y un gran amor por la naturaleza, que nos va llevando desde lo más sencillo a Proust o Rabelais y hasta el Museo del Louvre. donde tantas pinturas dan testimonio de la campiña francesa. La autora logra quizás su mejor obra a través de la recreación de su infancia: un cómic a la vez poético y ecologista.