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domingo, 7 de agosto de 2016

Out of my Brain: un viaje sin retorno, de Miguel Ángel Martín

Out of My Brain cierra los álbumes dedicados a Brian the Brain, el personaje más popular de Miguel Ángel Martín. Brian, el niño resultado de la manipulación genética y con el cerebro a flor de piel, se hizo adolescente en Motor Lab Monqi. Ahora lo encontramos con treinta años, melancólico y aislado en un trabajo rutinario y pendiente de las dosis químicas que le permiten mantenerse. Entreviendo solo alguna esperanza en la amistad de una chica, Sinan, pero abrumado por el universo frío y distópico en el que le sitúa el autor.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Motor Lab Monqi, de Miguel Ángel Martín

Motor Lab Monqi, de Miguel Ángel Martín, nos presenta a Brian the Brain adolescente. Deseando lo imposible, ser normal, vive con la única amistad de Sinan, una chica también de historia terrible, en el BioLab. Historias que nunca defraudan, inquietantes y que atrapan.

viernes, 19 de marzo de 2010

Surfing on the third wave, de Miguel Angel Martín

Surfing on the third wave, de Miguel Ángel Martín, y publicado en coedición por Rey Lear y Sins entido, es un cómic en la línea temática y estilística del autor. Un dibujo de linea clara y colores planos anaranjados, rosas, lilas, amarillos o azules, donde aparece con frecuencia y naturalidad el rojo de la sangre. Un mundo futuro urbano y tecnologizado, caracterizado por los avances genéticos que llevan a la manipulación, la ausencia de sentimientos de culpa en personajes que mantienen diálogos triviales sobre la automutilación de sus genitales, diversas formas de práctica de la sexualidad relacionadas con el sadomasoquismo, la diversión a través del riesgo extremo, el ejercicio natural de la violencia y la crueldad hacia los otros, a veces pero no solo vinculada a personajes racistas o nazis....
Una visión negativa del futuro próximo que se nos presenta sin juzgar, con una verosimilitud que lo hace plausible, y que obliga al lector a pensar y confrontarse con esa realidad.

Lectura que me gusta, documentada e inteligente, y que al mismo tiempo me conmociona. De eso se trata también en el cómic, aunque la progresiva insensibilización social ante la realidad que nos muestran los medios de comunicación quizás obligue al autor, para seguir en su línea temática y seguir llamándonos la atención, a extremar los argumentos hasta puntos que puede que nos hagan desear dejar de leer.

miércoles, 18 de junio de 2008

Playlove: la dureza de la vida según Miguel Angel Martín

"Playlove", de Miguel Ángel Martín, es mi última lectura en novela gráfica. La publica la editorial . La he leido a la vez que otra novela, Socorro, Perdón, de Frédérik Beigbeder, con la que comparte algunas coincidencias: la dureza de las historias, el descreimiento de sus protagonistas, el reflejar una visión del mundo como una utopía negativa, esbozada con un humor ácido, escéptico y lúcido. Todo bastante alejado del "estilo Taniguchi", y sin embargo son autores que me encantan.
Rey Lear
Las historias de Miguel Ángel Martín se sitúan en paisajes urbanos fríos, sin vegetación, llenos de rascacielos de grandes empresas, pisos de ricos y yuppies con decoración de diseño minimalista, a veces en un futuro próximo donde las relaciones humanas incluyen la crueldad o la incomunicación, la manipulación genética se aplica con efectos imprevistos e incontrolables.... Y en ese paisaje aparecen personajes como la protagonista de Playlove, sensible, enamoradiza, abandonada... La lectura de los cómic de Martín (no éste, que es casi dulce en su trayectoria) pone a veces un nudo en la garganta, sobrecoge; hacen el efecto de -perdón por la pedantería- catarsis. Creo que las personas que leen cómic con situaciones de violencia extrema como las que se esbozan en otras historias de Martín debemos ser de las más pacíficas que se puedan encontrar. Miguel Ángel Martín acaba sus cómic con un "game over" que me encanta: es su manera de decirnos: fin del juego, que eso es la literatura: ahí esta la vida. Una buena reseña en Soitu.
Y Beigbeder, que con "Socorro, perdón" continúa "13.99", refleja con un humor terrible la vida en entornos de publicistas adinerados, buscadores de modelos, también un mundo sin valores, de consumismo, hedonismo, sexo, adicción a todo tipo de pastillas... con un realismo divertido, inteligente y que deja también un cierto regusto triste, a la vez que se lee sin poder parar hasta ver el nuevo "game over".
Autores que nos presentan una concepción lúcida de la vida, un "no future", que creo que continua una tradición de desvelamiento, de crítica de la modernidad, pero que nos acaban también llevando al convencimiento de que merece la pena mirar al otro sin volver la cara.