![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4hke8Ch-N-IR1NpTM9KwmVNhMxhnICL8Z8myjephisHjthxRlvl1GJ1TUktODUY5kYkN1LqfJ3X8TLiZp5Jr8WgiDQ-xnGMnabdeQE5d3VAAyLpsg3CWis5ObvL8BBa7GpHfc2wtrGxM/s400/Boldu_Padre_bibliotecario.jpg)
A lo largo del relato homenajea a Ferrándiz, gran dibujante conocido sobre todo como creador de felicitaciones navideñas, con el que se formó el autor. Y a través del relato de Ferrándiz, se homenajea también a Eusebio Oca, otro gran dibujante amigo de Miguel Hernández desde La Barraca y compañero de éste en la cárcel en que finalmente agonizó.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGOQPtZ8yZyRMPBAX7JuByclZWuef5XDMMnJ2jUB8awdEnFEjdFcyjzXgQgpHZETFLom-qZyFuuX1K1qoM7CeCgwRGhw2yvbPNjnBIoF0Cgdq6iMPZxQlJYCi7P9jZc6KcGO7vNiKCCIc/s400/Eusebio_Oca.jpg)
Pero en el cómic se nos cuentan muchísimas cosas, desde el por qué de su invento de un juego basado en el ajedrez y no competitivo -que se incorpora como sobrecubierta del volumen, a alguno de sus intentos frustrados de crear nuevas revistas, o el fallecimiento de los padres.
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